Jazz / Neo Jazz /
Para mí es una auténtica debilidad. Una de esas artistas con mayúsculas, de verdad, que hace todo sin complejos, avanzando, experimentando, moviéndose con el riesgo de nunca permanecer en sitio de confort. Os hablo de Esperanza Spalding que a finales del pasado mes de Septiembre publicó "Songwrights Apothecary Lab", octavo ya en su más que interesante carrera en la que todos sus discos -muchos han sido ya recomendados aquí, en mMusic- tienen ese valor de lo excelente fuera de lo común.
Spalding comenzó moviéndose en esos lugares musicales del jazz inconformista que intentan llevar ese género y cualquier otro más allá de los propios parámetros, desarrollando estilos expansivos, sin complejos ni ataduras, pero sin perder ni un ápice la excelencia y la calidad del bagaje aprendido. Alguien me explicó un día un cuadro abstracto en un museo, enseñándome todos los pasos a dar antes de llegar a ese punto y ese resultado. Hay mucho trabajo básico, esencial que es fundamental dominar. Y una vez dominado, tiene que haber talento para poder desarrollar todos esos conocimientos y romper las normas. Y hay que saber mucho de pintura para poder llegar a hacer un cuadro abstracto de verdad, con arte de verdad. Utilizo este símil para intentar explicar este cuadro musical que nos presenta Spalding y su propuesta.
Y no estamos hablando de algo inaccesible, intelectual, teórico. Todo lo contrario. La música tiene esa virtud de hacer inmediato el placer de algo muy, muy elevado. Y en este "Songwrights Apothecary Lab" la estadounidense nos muestra un trabajo que no está constreñido a una única forma, sino que se mueve entre distintos formatos musicales excelentes, complicados, pero siempre con una inmediatez cercana al que escucha, de emoción musical, de sentimiento, a la que es imposible no someterse. Y ese era el concepto de Spalding a la hora de crear los doce temas que componen el disco. Un concepto que se une al hecho de querer crear algo musicalmente curativo. Cada uno de los temas está creado con la intención de tener un efecto balsámico o sanativo a través de la escucha musical de cada una de esas composiciones y, para ello, Spalding se hizo aconsejar de expertos en musicoterapia, neurocientíficos, etnólogos musicales, psicólogos que trabajan con la música, de los que la artista cogió la guía explicativa que acompaña al disco para guiar en esa intención en todas las canciones de las que podemos disfrutar. Todas las canciones tienen una finalidad, una respuesta a preguntas curativas que contienen cada uno de los "Formwela" que componen el disco.
Así, Esperanza Spalding da otro paso más en su propuesta musical. No es musicoterapia, no del todo. No es jazz, no del todo. Pero hay de todo en todo el disco. Es música y no sólo. Es concepto y música a la vez. Es arte, experiencia musical, propuesta humana. "Songwrights Apothecary Lab" es otra cosa distinta que nos propone Spalding. Y siempre resulta atractiva, excelente, inspirada y genial...
Que lo disfrutéis...