Pop Rock /
"bpm" son las iniciales de lo que en nuestro idioma son las pulsaciones por minuto. Y es el título del último y estupendo trabajo de Salvador Sobral, el cuarto en su carrera y, sin duda, el más maduro, el más elaborado y uno de esos discos que, sin prejuicios, engancha desde el principio por la calidad y, sobre todo, por estar muy, muy bien hecho y con total inspiración. Sin duda.
El artista portugués se muestra sin complejos, valiente en las composiciones, con melodías atrevidas, fascinantes. "bpm" es el primer trabajo en el que todos los temas han sido compuestos por él y por Leo Aldrey y muestran un carácter personal y único absolutamente atractivo. Todo parece moverse entre una especie de jazz melódico y un pop de diversas influencias y de melodías osadas. El caso es que el resultado es muy, muy personal y auténtico. Y el resultado tiene eso de mágico que tienen los discos distintos. Junto a los dos compositores mencionados, en el disco están André Rosinha en el contrabajo, Bruno Pedroso en la batería, André Santos a la guitarra y Abe Rábade con el piano. Y además hay dos colaboraciones excepcionales como son las de Silvia Perez Cruz en "That old waltz" (si tenéis oportunidad, escuchad su entrevista con Santiago Alcanda en "Como lo Oyes" de Radio3 para ver lo importante -y casual- que es esta colaboración para el portugués) y Margarida Campelo que convierte el tema "Aplauso Dentro" en algo absolutamente delicioso y magnífico.
Salvador Sobral ganó Eurovisión con una de las mejores canciones jamás presentadas en ese festival, escrita por su hermana Luisa Sobral, de igual talento que el hermano. Esa suele ser la carta de presentación en cualquier referencia al portugués que encontraréis por ahí. Al margen de lo bueno o malo que pueda ser esto, "bpm" es uno de esos discos auténticos y personalísimos, de carácter, y de obligada escucha en este 2021 post pandémico... un disco formidable que nos deja con ganas de ver como evoluciona la figura de Sobral, con ganas de escuchar más...
Que lo disfrutéis...