Indie Pop /
Que lo disfrutéis...
Richard Walters ha estado recomendado en mMusic dos veces. En el 2012 con aquel "Regret Less" que escuché y escuché sin parar (aún, sin querer, algunas veces, tarareo o silbo "Blossom" sin darme cuenta). Y entonces aproveché para recomendaros también "The Animal", del 2009. Y la segunda vez fue en el 2016 con "A.M.", íntimo y emocionante, igualmente espectacular.
Y hoy os lo recomiendo por tercera vez.
Es su último trabajo, publicado el pasado 12 de Junio y que lleva por título "Golden Veins". Y Walters sigue teniendo esa calidad que debería estar mucho más reconocida. Pero además este disco tiene algo distinto a todos los anteriores. Hay más madurez, más profundidad, menos inmediatez, sin perder emoción, belleza, cercanía y elegancia. Seguimos, por supuesto, teniendo esa voz personal y única; y esas melodías que parecen querer quedarse para siempre con nosotros. Pero también tenemos un artista que intenta salirse del camino cómodo, de su zona de confort, porque parece sentirse más seguro y más maduro para hacerlo. Y cuando uno siente eso, no tiene miedo. Incluso nos desnuda lo que no debería aparecer como en "Marks". Pero creo que "The Dawn Chorus on Tape" es el ejemplo más claro de todo lo que os acabo de decir. Y todo ello sin perder una especie de marca personal -la voz hace mucho, eso sí- que lo convierte en un artista de esos que, insisto, deberían tener mucha más repercusión mediática de la que tienen. Uno de los temas más bellos del disco lleva por título "Kintsugi", el arte de reparar objetos con un barniz de oro y plata, dejando las huellas visibles. Quizá la portada y este tema en concreto nos den pistas de la evolución de Richard Walters como artista para llegar a este resultado. En cualquier caso, bienvenido sea, porque lo podemos disfrutar todos...
El single escogido de presentación es el último tema del disco "This is Where it Ends", otra osadía, al menos formal, en estos tiempos de streaming en los que el tema importante o seleccionado se pone al principio para que cualquier plataforma lo haga aparecer pronto. Pero a Richard Walters no parece importarle mucho todo lo encorsetado y marcado, al menos en este disco. Y eso es genial, en los tiempos que corren. En todos los anteriores había belleza y sentimiento. En "Golden Veins", además, parece haber libertad y liberación...
Que lo disfrutéis...