Ambient / Piano /
El disco que os recomiendo hoy es uno de esos trabajos magníficos que llevan detrás meditación y reflexión. No se trata de profundidad, que también, sino de empaparse del alma musical que nos proponen sus autores. Como si de forma lenta nos invitasen a relajar nuestra mente y deshacer todos los nudos que, con el tiempo, se han ido formando en nuestra cabeza.
Que lo disfrutéis...
El disco que os recomiendo hoy es uno de esos trabajos magníficos que llevan detrás meditación y reflexión. No se trata de profundidad, que también, sino de empaparse del alma musical que nos proponen sus autores. Como si de forma lenta nos invitasen a relajar nuestra mente y deshacer todos los nudos que, con el tiempo, se han ido formando en nuestra cabeza.
Kogarashi es una expresión japonesa que significa algo así como el viento frío que nos anuncia que llega el invierno. Es un palabra japonesa que nos obliga a desarrollar un concepto casi intangible alrededor de ella. Pues algo -mucho- de eso tiene la propuesta del pianista francés Quentin Sirjacq y el guitarrista y cantante inglés Chris Hooson, cuyo seudónimo es Dakota Suite. Su propuesta en “The Indestructibility Of The Already Felled” es, como os decía al principio, magnífica.
Once composiciones que nos balancean suavemente en una propuesta tranquila, pacífica y atemporal. Junto al piano protagonista hay sintetizadores utilizados de forma sutil y discreta; hay un vibráfono que parece tener identidad propia dentro del disco. Y también hay instrumentos tradicionales japoneses en algunos de los temas, así como en otros participa la voz de Dakota Suite como un instrumento más, invitándonos a entrar en ese remanso musical sin complejos y dejando atrás casi todo lo demás.
Quentin Sirjacq y Dakota Suite nos regalan “The Indestructibility Of The Already Felled”, uno de esos discos que nos reconfortan con nosotros mismos y, sobre todo, nos hacen disfrutar de la belleza musical que encierran...
Que lo disfrutéis...