Folk / Cantautora /
En el tercer trabajo de Jessica Prat hay mucho de ensoñación, de ese intimismo casi preciosista que sólo tienen las cantautoras de identidad y estilo propios. Su "Quiet Signs" es austero pero brillante, es cálido pero rotundo...
Las formas son las de una especie de frágil Audrey cantando en un balcón o en una escalera de incendios, acompañada únicamente de su guitarra e interpretando los temas como si fuese fácil, como algo sencillo. Pero más allá nos encontramos un trabajo elaborado, mucho más profundo que lo que pueda parecer a primera vista. Grabado en estudio, el contenido es más sólido, más profesional y más completo que en sus anteriores trabajos. Aquí la austera guitarra habitual se ve acompañada, esporádicamente, de un piano que aparece imponente cuando suena, panderetas sutiles o flautas humildes que no hacen más que aumentar esa sensación de intimidad profunda.
"Quiet Signs" es un disco tranquilo, como el título ya nos indica. Un trabajo sosegado e íntimo. Pero Jessica Prat lo hace mejor que nunca. Es, como os decía al principio, ensoñador y precioso. Y, sobre todo, es, sin duda, el mejor trabajo de la cantautora hasta la fecha...
Que lo disfrutéis...