Trompeta / Jazz /
"Ever After", el último trabajo del trompetista Stephane Belmondo, es una delicia de principio a fin. Claro que si tomas como referencia a un maestro como Donny Hathaway y te rodeas en las voces de Gregory Porter y Sandra Nkaké, el disco no puede ser otra cosa que una auténtica maravilla musical.
Publicado el pasado mes de febrero, el álbum es jazz, sí... pero también es soul, y, por supuesto, es también ese intrínseco homenaje a Hathaway, mezclando temas propios de Belmondo con composiciones del de Chicago. Diez espectaculares temas de una instrumentación deliciosa y profunda y la compañía inigualable de las voces que os mencionaba al principio.
Y aunque os nombro los temas de Hathaway, no estamos ante meras versiones. No. Ya hizo algo así en un anterior trabajo titulado "Wonderland", en el que el homenajeado era Stevie Wonder. Aquí Belmondo interpreta todos los temas -los propios y los ajenos- con valentía, de forma heterodoxa, mezclando magistralmente todas sus influencias, saltando virtuosamente de un género a otro para conseguir un resultado más que espectacular. Toda la música parece venir y llevarnos a distintos y diversos caminos. Os propongo que escuchéis el disco varias veces, en distintos días y momentos. Sentiréis como es diferente cada vez, como un ente vivo que sabe lo que tiene que ofrecer en ese momento preciso...
Stéphane Belmondo nos trae otra de esas maravillas musicales, imprescindibles en cualquier discoteca. Una mezcla de valentía y respeto por los clásicos, un jazz de toda la vida, del de verdad, pero sin complejos de ningún tipo para añadir sus influencias y matices. Un disco absolutamente necesario...
Que lo disfrutéis...
"Ever After", el último trabajo del trompetista Stephane Belmondo, es una delicia de principio a fin. Claro que si tomas como referencia a un maestro como Donny Hathaway y te rodeas en las voces de Gregory Porter y Sandra Nkaké, el disco no puede ser otra cosa que una auténtica maravilla musical.
Publicado el pasado mes de febrero, el álbum es jazz, sí... pero también es soul, y, por supuesto, es también ese intrínseco homenaje a Hathaway, mezclando temas propios de Belmondo con composiciones del de Chicago. Diez espectaculares temas de una instrumentación deliciosa y profunda y la compañía inigualable de las voces que os mencionaba al principio.
Y aunque os nombro los temas de Hathaway, no estamos ante meras versiones. No. Ya hizo algo así en un anterior trabajo titulado "Wonderland", en el que el homenajeado era Stevie Wonder. Aquí Belmondo interpreta todos los temas -los propios y los ajenos- con valentía, de forma heterodoxa, mezclando magistralmente todas sus influencias, saltando virtuosamente de un género a otro para conseguir un resultado más que espectacular. Toda la música parece venir y llevarnos a distintos y diversos caminos. Os propongo que escuchéis el disco varias veces, en distintos días y momentos. Sentiréis como es diferente cada vez, como un ente vivo que sabe lo que tiene que ofrecer en ese momento preciso...
Stéphane Belmondo nos trae otra de esas maravillas musicales, imprescindibles en cualquier discoteca. Una mezcla de valentía y respeto por los clásicos, un jazz de toda la vida, del de verdad, pero sin complejos de ningún tipo para añadir sus influencias y matices. Un disco absolutamente necesario...
Ever After
Que lo disfrutéis...