El año hay que empezarlo con clase. Y a estas alturas ya habréis oido hablar de Bat For Lashes, que en el 2012 que nos acaba de dejar, publicó un disco excepcional bajo el título de "The Haunted Man".
Detrás de ese nombre artístico se encuentra la londinense y polifacética Natasha Khan, que ya tiene en su haber tres discazos, cada uno con más éxito que el anterior...
En el 2006 ya sorprendió con un trabajo de debut extraordinario, "Fur and Gold", que tuvo muy buena repercusión en la crítica musical, lo que provocó que la espera de la publiicación de su segundo trabajo se siguiera con gran interés y expectación; ese segundo trabajo fue "Two Suns". Hemos hablado aquí, muchas veces de lo que significa para un músico su segundo disco. Es la confirmación del gran artista o la desilusión por la expectación levantada de un gran debut.
Pues en el caso de Bat For Lashes, no sólo fue la confirmación. El segundo disco, publicado en el 2009, superó con creces todas las expectativas. Un disco conceptual en torno a la figura de un personaje inventado, alter ego de la artista. Un trabajo extraordinario con letras crípticas y una música que se movía entre Björk y una P.J. Harvey bajo los efectos de alguna alucinación...
Y tres años después, en el 2012, publica este "The Haunted Man", menos enigmático que el anterior, menos onírico, pero más real, más verdadero, más terrenal. Toda la hermosa imaginería de "Two Suns" deja paso a un álbum más íntimo, más impactante por su bocanada de aire directo de la artista al que escucha. Si el disco anterior era un compendio lleno de belleza y preciosismo abigarrado, aquí Natasha se muestra más desnuda, más sincera, pero igualmente bella. Como en su impresionante portada.
Aquí encontramos más importancia en la voz, que en este caso, también se muestra más real, sin arreglos excesivos ni profundas transformaciones, en unas composiciones que, sin dejar de ser complejas, se muestran más inspiradas que nunca, más cercanas, más asequibles, como si la artista hubiese acertado con la tecla de acercarnos a su peculiar mundo interior, a su universo propio, logrando que nos sintamos muy a gusto en él.
Y a pesar de todo lo mencionado, no es un disco simple. Infinitos detalles, espectaculares arreglos complejos y letras trascendentes componen uno obra que muestra el equilibrio y la madurez de una artista que ha sabido encontrar su lugar y colocar en él todas sus imágenes.
Bat For Lashes nos regaló uno de los mejores discos del 2012 y nos enganchó a su música. Por mucho tiempo...
Laura
All Your Gold
Que lo disfrutéis...
Que tengáis un 2013 lleno de paz y felicidad...