El disco salió el año pasado y más parece una
búsqueda interior musical que un disco para el gran público. Y eso que Feist,
la artista de la que hablamos, venía del éxito de “The Reminder”, del pelotazo
que supuso la canción “1234”, que casi la devora. O quizá por esas mismas
razones, su último disco “Metals” es mucho menos sofisticado, con arreglos más
sencillos, que apenas reivindican su presencia, que están y están muy bien
utilizados, colocados, que aportan lo que deben, ni un gramo más. Porque lo que
se busca es aire limpio, pureza, sencillez. En este disco todo está desnudo,
todo es suave, delicado. Incluso los momentos más rotundos son de una dulzura
casi bucólica. Evidentemente no se busca lo comercial, lo fácil… quizá la
huella del empacho de “1234” ha producido un efecto rebote y nos muestra la
Feist más profunda, pero a la vez más tranquila, la que busca la paz y se aleja
de la vorágine, la que prefiere refugiarse con su guitarra y componer un disco
lleno de canciones que no llegarán a número uno, pero que durarán mucho más que
1, 2, 3, o 4 escuchas…
How Come You Never Go There
The Bad In Each Other
Que lo disfruteis...